La joven taiwanesa, después de rociar completamente su cuerpo con gasolina frente un edificio emblemático de Taipei, se dio cuenta de que había olvidado traer cerillas o un mechero, destacó la emisora de televisión.
Mojada en el líquido inflamable se dirigió a un estacionamiento de automóviles y le pidió fuego a un guarda, quién sospechó al ver su aspecto y llamó a la policía.
Los agentes del orden acudieron y detuvieron a la mujer, quien les dijo que quería suicidarse porque su novio la había abandonado, pero su familia la recogió de la comisaría.
En Taiwán, algunos creen que el suicidio puede ser una venganza contra las parejas que deciden romper vínculos ya que crea sentimiento de culpabilidad y miedo a que se aparezca el espíritu del difunto.
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Hace 13 años
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